Cree en la Navidad
y deja que Jesús nazca en tu corazón,
prepara un pesebre, con infinito
amor
para que diciembre sea tiempo de
perdón
abriendo así, un espacio a la reconciliación.
Al grande y al chico cariño has de ofrecer,
regalando abrazos y sonrisas por
doquier,
al niño enfermo
y al anciano triste también
como hizo el
Mesías que nació en Belén.
Eleva tus ojos al cielo y toma una estrella
que alumbre la penumbra en las noches de pena;
aguarda al sol que con el alba pronto vendrá
trayendo a los seres, esperanza y prosperidad.