viernes, 27 de diciembre de 2013

Cree en la Navidad



 Cree en la Navidad
 y  deja que Jesús nazca en tu corazón,
 prepara un pesebre, con infinito amor
 para que diciembre sea tiempo de perdón
 abriendo así, un  espacio a la reconciliación.

Al grande y al chico cariño has de ofrecer,
 regalando abrazos y sonrisas por doquier,
 al niño enfermo y al anciano triste también
 como hizo el Mesías que nació en Belén.

Eleva tus ojos al cielo y toma una estrella
que alumbre la penumbra en las noches de pena;
aguarda al sol que con el alba pronto vendrá
trayendo a los seres, esperanza y prosperidad.




sábado, 2 de noviembre de 2013

la mariposa y el capullo


           Recorriendo los valles de mi pueblo pude observar a una mariposa de frágiles alas y vistosos colores, danzando entre los arbustos, recolectando matices para colorear atardeceres de sombra, a quienes la penumbra se los ha robado o para adornar la estancia donde cultiva sus propios sueños y la esperanza se anida, mientras la noche tiende su manto de estrellas, estrellas que pueden estar ocultas entre las nubes o espléndidamente visibles. En ocasiones ella voló y se posó sobre los pétalos de un capullo, para platicar de la luna llena, del sol al amanecer o del sonido de la lluvia, a la vez él le brindaba sus colores para retocar sus alas, en otras la impulsaba para que pudiera volar, le ofreció aliento para respirar el aroma tenue de la primavera, también en algún momento abrió sus pétalos y la dejó entrar para que libara su néctar y su sed calmara, igual compartían sus experiencias por otros caminos y sus vivencias particulares, hasta que un atardecer, tomados de las manos se mezclaron con la briza del prado verde donde un día se encontraron, dejando que con una sutil fragancia un pacto de amor, allí quedara. El tiempo ha pasado y ahora se miran en lontananza con miles de preguntas en su ser, haciendo un giro de vez en cuando se observan de soslayo, manteniendo el brillo como los luceros que en la distancia en el firmamento se pueden ver. Ella es mariposa y su vuelo tan alto no puede sostener, él es capullo y su naturaleza muchos procesos tendrá que resolver, por lo que sin romper su alianza cada uno su paso en paz ha de mantener.

          Cuán difícil o incompresible la vida puede ser, sin embargo cuan hermosa la podemos percibir cuando descubrimos que formamos parte de un complejo pero maravilloso universo que Dios ha creado, dándonos la oportunidad de disfrutar cada momento, tan intenso como efímero, y que incluso puede ser tan eterno, cuando descubrimos que podemos conservarnos conectados en el espíritu con esos hilos de plata indestructibles , que hacen del amor un muro inmenso e infranqueable , para resguardar nuestro ser de las pequeñeces de este mundo terrenal impidiendo que éstas puedan penetrar aquello que se eleva con su esencia hasta lo sublime.

domingo, 23 de junio de 2013

Si en busca del amor vas



Si el amor verdadero sales a buscar
es preciso ir despacito por la senda a transitar
pues el gran momento, su tiempo tomará
y solo de esta manera a tu puerta tocará.
Igual que una mariposa su vuelo no detendrá
hasta no saber dónde sus patitas posará,
si lo ves pasar tras él no has de correr
pues de ti sencillamente huir ha de querer.
Siéntate en paz a la vera del camino,
vive sin angustia, que sin forzarlo llegará.
Anidando en tus cabellos su hogar fijará
para dar a tu vida el sentido que esperabas hallar.
Prepárate con esmero cual personaje de cuentos,
camina sin prisa que el amor auténtico ha de venir,
ríe, sueña y confía que la dicha segura está
si has construido los cimientos, de tu felicidad

jueves, 9 de mayo de 2013

Amor Loco

Te quiero con un amor loco
que deja mi alma al descubierto.
Te quiero con tal efusión
que mi ser penetra 
hasta quedarme sin aliento.
Te quiero con un amor tan loco
que transforma mis ansias
en verdadero sentimiento. 

Sin Prisa, sin prisa

Llegas a mis sueños y atrapo tu imagen,
te meto en mi cama y entre besos cálidos
susurro en tu oído lo que por ti yo siento.
Despierto y aun estás allí,
mirando mi plenitud mientras mi ser recorres
sin prisa, sin prisa
sabiéndote dueño de cada respuesta 
que mi ser experimenta cuando estás aquí
justo a mi lado en una noche sin fin.

miércoles, 24 de abril de 2013

Mirando mi pueblo



Caminando por las calles de mi pueblo amado
miraba yo el cielo de azules matizado,
recordaba cuando de niña, mi paso mesurado
recorría los espacios que hoy se han transformado.
No hace mucho tiempo mi terruño era llamado
Jardín de Carabobo, tierra de naranjas sembrado,
un clima sin igual, gente amable y de mucho  agrado,
mujeres  bellas, que lucían cual capullos en flor,
hombres de gran prestancia y de noble corazón.
Cuna de grandes personas, con arraigo y distinción.
Era mi pueblo Bejuma motivo de admiración,
que hoy observo con  singular preocupación.
Calles plagadas  de basura y huecos de gran dimensión,
por todos lados se siente olor a contaminación,
amén de muchos problemas que causan depresión
a quienes  a diario esperan una oportuna solución.
Con gran sentimiento yo me pregunto:
¿Dónde se han ido los políticos que nacieron en mi región?
¿A qué lugar del cuerpo se les ha ido el  corazón?
¿Será que puede más el dinero que el amor por  la conservación
de nuestra querida Bejuma , que ya no aguanta más desidia
y mucho menos… otra traición?

lunes, 22 de abril de 2013

Eugenia, mi muñeca de trapo



Eugenia es una muñeca de trapo, alta y con el porte de una púber, con aspecto inocente y de gran recato, con  enormes y expresivos ojos azules, como el cielo al amanecer, de labios color carmín  y mejillas sonrojadas cual doncella primaveral,  vestida al estilo de una dama de antaño, con un traje de flores del que sobresalen sus enaguas,  sobre su cabeza un gorro haciendo juego con su atuendo y cabellos rosa trenzados con cintas color verde agua.
Eugenia es una muñeca que alguna vez una niña, sintiéndose ya mujer, dejó en un rincón olvidada y que  más tarde una mujer soñadora, sintiéndose niña quiso tomar por compañera, para decorar, en ocasiones, su cama y en otras su mecedora; y es allí donde comienza este relato:
Durante el día Eugenia permanece plácidamente sentada en una poltrona sin inmutarse mientras en su regazo sostiene un palo de lluvia, que en algún tiempo un cuenta cuentos, le regaló a su ama, y que al llegar la penumbra de manera casi imperceptible, ella suavemente al mecerse hace sonar, haciendo que de él fluyan las dulces notas de la lluvia al caer, propiciando  con este singular sonido, las condiciones perfectas para que su dueña se duerma profundamente, y en este estado, Eugenia aprovecha para fugarse e ir al encuentro con su amor furtivo, con el que se hace cita cada noche para recorrer junto a él, cualquier playa paradisiaca, alguna estancia de flores o tal vez volar  por un cielo cargado de estrellas, logrando así hacer realidad los sueños aprisionados  en su estructura de trapo . Ambos huyen del bullicioso mundo, de la envidia y la falsedad o de los hipócritas que hablan del amor pero nunca lo han sentido vibran en su corazón. En medio del silencio y la oscuridad, son libres de los prejuicios que la sociedad impone  para controlar a quienes  solo  quieren ser cautivos de sus nobles sentimientos y de sus particulares emociones, con un proyecto único, el de no dejar escapar el momento que se les ofrece como el perfume de una flor.  Juntos, quizás  viajen a la tierra de nunca jamás para encontrarse con Peter Pan o tal vez irán en busca de Alicia al país de las maravillas, para vivir intensamente un cuento de hadas, antes que comience a rayar el alba, transformando en realidad, todo lo inimaginable pero estupendo, que ser alguno pueda concebir, sin  presiones, ni compromisos que obliguen, solo lo que marca el corazón.
 Al aproximarse la aurora, cuando comienza asomarse el nuevo día,  Eugenia debe regresar a  su habitación,   sentarse en la mecedora y retomar su condición, antes que su ama despierte y note su ausencia.
Cada mañana la señora, al levantarse observa todo a su alrededor,  mira su muñeca y contempla en su rostro una sonrisa placentera, como la que muestran  quienes  disfrutan  intensamente cada instante de la vida, sin imaginar la travesía que cada noche Eugenia osa experimentar. En ocasiones su amado no se presenta al encuentro y ella, tranquila, mira el firmamento  desde  la ventana, esperando que  algún  destello de luz revele su presencia o le traiga algún mensaje, y al no tener señales de él, Eugenia se deja llevar en los brazos de Morfeo hasta el mundo de los sueños, donde seguramente él la estará esperando, ansioso por protagonizar un nuevo y maravilloso cuento de muñecos de trapo.